Archive for 2011

Ácaros del oído

Existen muchas especies de ácaros que pueden infectar a los perros.
Los ácaros del oído (Otodectes cynotis) suelen afectar más a los cachorros, pero también pueden infectar a los perros y gatos adultos. Causan irritación que provoca que el perro se rasque y una infección secundaria que causa inflamación y dolor. Se diagnostica después del examen con microscopio de un mechón de pelo de la oreja del perro.
Los casos poco severos de infección por ácaros de oído pueden tratarse con gotas antiparasitarias (si usted tiene un gato, aplíquele el tratamiento también). Sin embargo, en el caso de que exista una infección secundaria, será preciso un tratamiento con antibióticos (con gotas o inyecciones).

Los Piojos en perros y mascotas

Se dan con mucha menos frecuencia y, generalmente, sólo en perros abandonados. Existen muchos tipos, de los cuales el más común es el piojo mordedor (Trichodectes canis), el cual se adhiere en las zonas descarnadas de la piel y causa irritación leve. El piojo chupador (Unognsthus setosus) penetra en la dermis y llega hasta los tejidos y la sangre, causa prurito intenso y puede ser motivo de anemia.
Los huevos de piojos (Iiendres) pueden descubrirse adheridos al pelaje. El piojo adulto es de un color grisáceo, mide unos 2 mm se encuentra, sobre todo, alrededor de las orejas, cabeza, cuello, hombros y ano.
Debido a que durante todo su ciclo vital el piojo permanece en un solo hospedador, eliminarlo es fácil: consiste en aplicar al perro un tratamiento con aerosol es o lavados antiparasitarios cada cinco o siete días al menos tres veces. Si la cama del perro está infestada, se deberá deshacer de ella y desinfectar el contorno.

Las garrapatas en perros y mascotas

Las garrapatas infectan a los animales salvajes, el ganado y las ovejas en particular. En zonas de clima templado, son más activas durante los meses estivales.
Las garrapatas se adhieren a los perros de forma temporal.
Saltan al pelaje del animal, introducen la parte bucal en la dermis y chupan la sangre de su hospedadar temporal. Cuando han ingerido suficiente sangre, su abdomen se hincha hasta adquirir el tamaño de un guisante y caen al suelo.


Pueden sobrevivir hasta dos años sin volver a alimentarse.
Si usted vive en un área infestada de garrapatas, o si ha llevado a su perro de paseo por zonas en las que había ganado u ovejas pastando, inspeccione a fondo la piel de su perro para localizar y retirar posibles garrapatas.
Tenga en cuenta que, una vez que están llenas de sangre, algunas garrapatas se caen. En algunos caso, lo que queda visible es un pequeño sarpullido alrededor de la picadura de la garrapata.
Asegúrese de extirpar la cabeza de la garrapata; de otro modo, se podría formar un absceso. No siempre es fácil extirpar una garrapata. Puede también rociar a la garrapata con un insecticida, dejar que haga efecto durante doce horas y, posteriormente, arrancar la garrapata muerta.
Para un resultado más rápido, rocíe con alcohol etílico o metílico a la garrapata: pasados cinco minutos, cuando el insecto está muerto o adormecido, sujete la cabeza de la garrapata con la ayuda de unas pinzas o tenacillas de punta fina y arránquelas con un firme tirón. No la sujete del cuerpo porque podría aplastarlo, saliendo saliva, la cual contiene toxinas (ver Parálisis de la garrapata en el próximo apartado).
Si se formara un absceso, lávelo con un compuesto salobre templado y aplique el producto antiparasitario que le recomiende el veterinario.
Parálisis de la garrapata: La mayoría de las garrapatas sólo causan molestias temporales, pero existe una especie
(ixodcs) en las costas de Australia, cuya saliva contiene una toxina que puede causar parálisis gradual e incluso la muerte. Los síntomas de la parálisis aparecen pasados cuatro o cinco días después de que el perro haya sido infectado.
Al principio, los perros afectados muestran signos de debilidad en las patas traseras, que se extiende a la parte delantera. Puede darse un cambio en el tono del ladrido y dificultades respiratorias. Finalmente, la parálisis puede desembocar en la muerte del animal causada por fallo respiratorio.
Es fundamental el tratamiento veterinario.

Las Pulgas en perros y mascotas

Tan pronto como tenga a su cachorro, empiece el tratamiento antipulgas, aunque aparentemente no esté infestado.
El veterinario le aconsejará acerca del mejor tratamiento para estos parásitos externos, que deberá repetir durante toda la vida del perro. Si tiene un gato, es preciso que también se le aplíque este tratamiento, debido a que la pulga del gato es una de las especies más habituales de los perros.


Sin un control antiparasitario, las pulgas pueden transmitir parásitos internos; si un perro ingiere pulgas adultas puede infectarse con Dipylidium caninum. Por otro lado, las pulgas también pueden actuar de barrera a enfermedades como la plaga bubónica y el tifus endémico.
La hembra adulta se alimenta durante dos o tres días, consumiendo una cantidad de sangre diaria de hasta quince veces su peso, pasados estos días empieza a poner huevos.
Durante su producción máxima, una hembra puede poner hasta 50 huevos diarios y varios cientos durante su vida.
Suele soltar los huevos de forma que caen en el suelo, alfombras, cama de los animales o terreno.
Los huevos se incuban dentro de las larvas; al finalizar su maduración, las larvas se rompen y los parásitos salen al exterior para alimentarse de las descamacíones de la piel o las heces de las pulgas adultas (Que contienen sangre).
Entre los cuatro y los ocho días posteriores, las larvas tejen un capullo del que se formará una ninfa.
Esta ninfa de la pulga puede permanecer aletargada hasta dos años y se muestra muy resistente a la mayoría de los insecticidas.
La ninfa iniciará su incubación cuando las condiciones ambientales sean las adecuadas, cuanto más caluroso y húmedo mejor.
La incubación es provocada por el calor o vibraciones del hospedador potencial (perro, gato u hombre) y puede iniciarse en menos de un segundo. Al finalizar el período de incubación, la pulga se alojará en un hospedador para empezar a alimentarse; para ello puede que se haya desplazado de un salto hasta una distancia de medio metro (1.200 veces la longitud de su cuerpo). Bajo las condiciones adecuadas, con sólo tres semanas se completa el ciclo.
Las pulgas permanecen durante bastante tiempo en su hospedador y en el entorno, por lo que el tratamiento deberá contemplar dos objetivos:
- Destruir las pulgas adultas que se alojan en el perro y el perímetro que rodea al animal.
- Destruir los huevos y las larvas del entorno para interrumpir el ciclo vital.

El tratamiento del perro: El correcto tratamiento de un perro con pulgas consistirá en matar a los parásitos adultos que ya se hallan en el animal y también a los huevos adheridos al pelaje. Existen muchos tratamientos, algunos de los cuales matan hasta el 95-100 por ciento de las pulgas de los perros y gatos en doce horas. Estas sustancias se aplican en la piel y logran matar a las pulgas adultas, además de destruir el 99% de las larvas. Los efectos de estos tratamientos pueden durar hasta pasado un mes, aproximadamente.
No es suficiente con aplicar el tratamiento a su perro, sin embargo, deberá también tratar a los gatos y el entorno doméstico en general.

El tratamiento del entorno: Debido a que las pulgas sólo permanecen en el cuerpo del perro durante un corto período de su ciclo vital es importante aplicar tratamientos en los lugares donde se alojan las pulgas adultas y maduran sus huevos.
Mediante el aspirado regular de las alfombras, poniendo especial atención en las grietas de los suelos de madera y a lo largo de los zócalos podrá eliminar la mayoría de parásitos y huevos. Sin embargo, también se alojan larvas dentro de las bolsas de la aspiradora, lugar en que disponen de suficiente materia orgánica para continuar alimentándose.
Si la bolsa del aspirador es desechable, quémela.
En caso contrario, coloque un collar antiparásitos.
Se pueden adquirir insecticidas para uso doméstico.
Estos están compuestos de permethrin para matar a las pulgas adultas, y de methoprene, un regulador del crecimiento de los insectos, el cual contiene un componente natural que se halla en los insectos y que previene el desarrollo
de las larvas. Permanecen en las alfombras hasta nueve meses y previenen la maduración de huevos y larvas.
Para unos resultados óptimos, es necesario aplicar este tratamiento antiparasitario a toda la casa. Saque los peces y plantas de las habitaciones que se tengan que desparasitar.
Vacíe y mantenga cerradas las habitaciones que quiera desparasitar.
Una vez realizados estos primeros preparativos, deje el insecticida bombeando el producto durante al menos dos horas dentro de las habitaciones cerradas previamente. A continuación, deje puertas y ventanas abiertas durante media hora para asegurarse de que las habitaciones se ventilan correctamente antes de que entre en ellas cualquier persona o animal. Antes de utilizar uno de estos productos, lea atentamente las instrucciones del etiquetado.
Algunos limpiadores para alfombras contienen insecticidas para eliminar pulgas. El uso continuado de estos contribuirá a controlar el problema.

Dermatitis por picadura de pulga: Muchos perros (y gatos) desarrollan una alergia a la saliva de las pulgas. En zonas de clima templado, se denomina «eczema estival» y sólo una picadura puede provocar una reacción grave que obliga al perro a rascarse y morderse, lo que puede causarle lesiones cutáneas. En muchos casos, es preciso el tratamiento veterinario, ya que se debe controlar la reacción. En el caso de aparecer lesiones cutáneas, es preciso un tratamiento específico para prevenir la aparición de bacterias.